El asesinato de una adolescente, motivado por sus comentarios en Facebook y que habría sido planeado también en dicha red social, ha conmocionado los Países Bajos.
Según la acusación, la muerte de Joyce Winsie Hau, de 15 años, a manos de otro chico de 14 fue encargada por una pareja de chicos también adolescentes a causa de los mensajes que había publicado la menor sobre el comportamiento sexual de la pareja. La acusación ha solicitado la pena máxima para menores de 16 años en aquel país: un año de detención en un centro para menores y dos de libertad condicional que podrían ser ampliados hasta 7.
Aunque los juicios en los Países Bajos que implican a menores suelen trascurrir a puerta cerrada, en este caso los jueces han determinado que se realice públicamente dado el interés de la sociedad en conocer los detalles del caso.
La popular red social (y juego online multijugador) Haboo, se ha visto envuelta en un escándalo tras revelar el canal británico Channel4 el acoso sexual a que se ven sometidas las chicas en dicho entorno y los riesgos que conlleva.
El web del juego social online más utilizado por los adolescente a nivel mundial (10 millones de visitas únicas cada mes) fue objeto de un estudio por parte de una periodista que lo utilizó durante dos meses fingiendo ser una preadolescente de 11 años. Para su sorpresa, la moderación del juego permitía numerosas interacciones y chats de una naturaleza explícitamente sexual y en ocasiones incluso violenta y amenazante. La periodista pudo ver interacciones sexuales entre otros avatares y recibía constantes peticiones para activar su webcam y desnudarse, preguntando si quería verlos masturbarse, o para charlar por medio de servicios de mensajería instantánea o por Skype, o simplemente diciéndole que iban a seguirla a su habitación en el hotel virtual y tener sexo con ella. De 50 veces que jugó, en todas recibió este tipo de solicitudes. De hecho la periodista afirmó tener la sensación de que eso era la norma en el juego y que era precisamente a lo que iban buscando los jugadores que lo utilizaban.
También narró las orgías virtuales que se celebraban en las salas más frecuentadas, con nombres explícitos como «sexy stripclub», donde los avatares de los niños aparecían acostados en camas esperando a que alguien tuviese sexo virtual con ellos.
La cadena recuerda que el juego admite a chicos a partir de 13 años pero constata que los hay más jóvenes, de tan sólo 9 años, utilizándolo. De hecho la periodista tuvo conocimiento de lo popular que era hablando con chicos de primaria, que usaban el juego con sus amigos. La moderación falla al no detener conversaciones de tipo sexual, según Channel4 y los expertos consultados, y al permitir que se anime a contactar por fuera del juego, en entornos no moderados como MSN o Skype.
Según la dirección de Sulake, empresa finesa responsable del juego, trabajan duramente por la seguridad de sus usuarios, bloqueando usuarios y filtrando contenido, pero reconocen que un entorno de este tipo en el que los personajes son virtuales, es proclive al abuso. Afirman tener trabajando a 225 moderadores que revisan un total de 70 millones de líneas de chat cada día.
Un joven de 21 años fue detenido el pasado viernes por acosar y amenazar de muerte a través de Internet a una vecina suya, de la misma edad. El joven llegó a crear ocho cuentas falsas en la red social Tuenti, que utilizaba para mandar mensajes amenazantes a la joven, a su familia y a algunos de sus amigos.
La policía comenzó a investigar en octubre a raíz de tres denuncias interpuestas en Zaragoza, por parte de la joven víctima principal del ciberacoso, su madre y un amigo.
Las amenazas anónimas habían comenzado a través del correo electrónico, pero que luego se extendieron a la red social online Tuenti, adquiriendo en ocasiones carácter sexual y e incluían amenazas de muerte.
La Policía estableció con rapidez un operativo para localizar al emisor de estas amenazas online, aunque fueron complicadas porque no se trataba de ningún exnovio ni un amigo cercano. Finalmente resultó ser un vecino, conocido del grupo de amigos de la víctima pero no cercano. La proximidad de la vivienda «acentuaba más, si cabe, la potencial peligrosidad», según la Policía.
El joven zaragozano es el segundo ciberacosador detenido en menos de un mes en Aragón. El 20 de octubre, la Guardia Civil apresó en Huesca a otro joven, de 25 años, por hostigar a una menor de edad. En esta ocasión, el detenido amenazaba con publicar fotografías de la chica en una red social en contra de su voluntad, si esta no accedía a mantener relaciones sexuales con él (actividad conocida como sextorsión). Las Fuerzas de Seguridad recomiendan proteger al máximo la privacidad en estas redes sociales y denunciar estos casos en cuanto comiencen.
Según un reciente estudio realizado por la empresa BitDefender en varios países, incluida España, el 89% de los padres reconoce que sus hijos han sido amenazados, acosados o humillados en Internet alguna vez. Además, más de la mitad (54%) creen que sus hijos se han sentido «muy afectados» por ese acoso.
Como consecuencia de este acoso cibernético, los niños se pusieron tristes, enojados, violentos, o apáticos. El 19% de los padres tuvieron que buscar ayuda especializada para sus hijos.
La amenaza más generalizada según dicho estudio parece ser el acoso cibernético (conocido como ciberbullying): amenazas, humillaciones, hostigamiento, etc. a través de tecnologías como mensajes de texto, correo electrónico o mensajería instantánea.
Según Asunción Rodríguez Sacristán, psiquiatra infantil y forense, miembro de la Sociedad Italiana de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, «el ciberacoso está prácticamente sin legislar. Los menores y jóvenes están absolutamente indefensos ante el ciberacoso y todo el control no puede recaer sobre los padres. Creo que hay una responsabilidad por parte de los políticos. (…) El Estado debería garantizar el control de los menores en Internet. Es escandaloso que la familia de la niña de Utrera agredida por un joven que conoció en la Red avisara a la Policía Local y no hubiera una red de prevención en este momento para detectar a ese individuo y buscarlo. Debe protegerse a los menores víctimas del ciberacoso, igual que se hace con las mujeres maltratratadas o acosadas. Debe haber un cambio legislativo para que eso no suceda y también deberían articularse programas específicos de detección, protección y defensa de menores acosados en la Red.»